El golpe se desarrolla frente a nuestras embobecidas narices, los vapores de las elecciones burguesas nos nublan la vista, todo lo vemos con el cristal electoral. No somos capaces de relacionar, las encuestas gobiernan nuestro raciocinio.
Lo del magistrado traidor tiene que ver con la manipulación de la opinión gringa, es una pieza fundamental del golpe y así tiene que responderse. El problema no es aponte, es el golpe que avanza, es necesaria ¡ya! una respuesta seria, fuerte.
Estamos frente a una escalada de hechos que suman, que llevan agua al molino del golpe: asesinatos de militares chavistas de alto rango, incendios en centros eléctricos, desabastecimiento, declaraciones gringas alertando que somos peligrosos, rumores de todo tipo.
La humanidad atraviesa un reacomodo de la dominación mundial, similar al de los días de la Independencia , a los de la Primera y Segunda Guerra Mundial. Los tiempos de crisis de la dominación imperial, de agudización de los conflictos interimperiales, son propicios para el avance revolucionario. Recordemos la Liberación de América, la Revolución Soviética , el Campo Socialista, todos ligados a estas crisis.
Vivimos época definitoria para el país y para la humanidad: podemos salir de este reacomodo con nuevos amos imperiales, o podemos salir con el resurgimiento de la esperanza. La respuesta está en nosotros: podemos escoger el camino de los mantuanos de 1810 y formar una “junta protectora de los derechos de Fernando VII”, es decir, someternos al imperio, cambiar de caras y quedar en la misma dominación capitalista. O podemos dar un salto histórico de la mano de Miranda, de Bolívar, y caminar hacia nuestro 5 de Julio, fundar la opción socialista, ir más allá de los imperios, independizarnos del yugo capitalista.
La Revolución Bolivariana es la esperanza, esa es una de las causas fundamentales de la agresión, nos atacan más por nuestro ejemplo que por nuestras riquezas, saben que las crisis son terreno fértil para la Revolución.
Hasta ahora han podido mediatizar las protestas mundiales, mantenerlas en el redil, sin peligro para el sistema. Temen que nosotros demos el ejemplo de la Revolución verdadera, del Socialismo, a los indignados, a los inmigrantes ilegales, a los explotados del mundo, a los proletarios. Temen que la pasión libertaria que en 1810 encendió al Continente se repita.
Es un deber sagrado para este pueblo, para nuestros dirigentes, defender a la Revolución con inteligencia y coraje. Debemos alertar y alertarnos de la amenaza, concientizar la importancia de lo que representamos y entender el deber más allá de lo local, de preservar la opción socialista. No hay cabida para la improvisación, para los inventos sin base. Se trata de una guerra contra la potencia más poderosa, en inteligencia y fuerza, que ha conocido la humanidad. Es hora de organizarnos para el combate, con disciplina, con claridad de objetivos, con eficacia operativa, sólo así podremos dar una respuesta eficaz y tener éxito.
¡Con Chávez Siempre!
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