Caracas, 04 Oct. AVN.- "Es un crimen que
han cometido en la Amazonía", denunció con fuerza Alejandro Soto, líder
indígena y presidente de la Asociación de Afectados por Chevron, al
señalar la estela de muerte y enfermedades provocadas por la
contaminación ambiental originada durante las operaciones de la
transnacional petrolera estadounidense entre 1964 y 1990, cuando su
nombre era Texaco.
"Ya no existe", es una frase común expresada con tristeza por Soto en conversación con la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), al señalar las especies de flora y fauna desaparecidas en la región y manifestar la frustración ante la injusta posición de Chevron que dice haber trabajado con "responsabilidad".
Diversos tipos de cáncer, ceguera, discapacidad mental en jóvenes, abortos, bebes con deformaciones, la extinción de especies de animales y plantas, entre otras calamidades, son algunas de las consecuencias dejadas por la irresponsabilidad de la transnacional estadounidense que contaminó una amplia zona al desechar tóxicos y aguas utilizadas en el proceso de explotación petrolera en esteros y ríos, así como la construcción de piscinas obsoletas y permeables que aún se encuentran en la Amazonía ecuatoriana.
Alejandro Soto y Robinson Jumbo, este último también integrante de la Asociación Afectados por Chevron, visitaron Venezuela esta semana como parte de la campaña internacional denominada "La Mano Sucia de Chevron", que busca contrarrestar la campaña negativa que ha emprendido la transnacional en contra del Ecuador, en respuesta al fallo de la justicia ecuatoriana que la sentenció a pagar una indemnización de 19 mil millones de dólares a más de 30 mil pobladores de la Amazonía.
En febrero pasado, el Tribunal de Arbitraje de la Haya ordenó a Ecuador impedir la ejecución de una sentencia judicial emitida por una corte nacional en contra de Chevron, hecho que fue rechazado por la nación suramericana.
En entrevista con la AVN, Jumbo puntualizó que son más de 200 mil hectáreas y más de 30 mil afectados, especialmente en las provincias de Sucumbíos y Orellana, donde se encuentran innumerables "piscinas petroleras".
En este contexto, los líderes indígenas insisten que aunque es una batalla desigual, "como la de David contra Goliat", es necesario seguir luchando por el derecho a la vida y la soberanía que debe imperar ante el poder económico de las transnacionales.
Hasta la fecha, las muertes por las enfermedades ocasionadas principalmente por la contaminación del agua superan las mil, en un doloroso camino de enfermedades que han afectado a varias generaciones en las últimas tres décadas.
"El tema es defender la vida", expresó con ímpetu Jumbo, al tiempo que felicitó al Gobierno del presidente Rafael Correa al unirse a la lucha que los pueblos de la zona afectada llevan adelante desde hace más de dos décadas, durante las cuales el Estado ecuatoriano nunca les prestó ningún apoyo.
El litigio legal contra Chevron es una controversia entre privados. Sin embargo, el presidente Correa reiteró que aunque el Estado no puede involucrarse en el caso sí puede expresar su opinión y promover campañas en pro de la justicia ambiental y social.
"No es justo que alguien venga, ocasione un daño en un territorio determinado, y luego tengamos que ser sometidos a un arbitraje internacional donde priman los intereses económicos y no la vida”, añadió Jumbo, quien además es presidente de la Nacionalidad (etnia) Cofan de la provincia de Sucumbíos.
Por otra parte, Alejandro Soto, presidente de la Asociación de Afectados por Chevron, recalcó que es necesario que los pueblos y gobiernos del mundo, en especial de Latinoamérica, se unan para defender la soberanía sobre sus recursos naturales y la explotación responsable de los mismos, porque “las futuras generaciones también necesitan vida”.
"Ya no existe", es una frase común expresada con tristeza por Soto en conversación con la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), al señalar las especies de flora y fauna desaparecidas en la región y manifestar la frustración ante la injusta posición de Chevron que dice haber trabajado con "responsabilidad".
Diversos tipos de cáncer, ceguera, discapacidad mental en jóvenes, abortos, bebes con deformaciones, la extinción de especies de animales y plantas, entre otras calamidades, son algunas de las consecuencias dejadas por la irresponsabilidad de la transnacional estadounidense que contaminó una amplia zona al desechar tóxicos y aguas utilizadas en el proceso de explotación petrolera en esteros y ríos, así como la construcción de piscinas obsoletas y permeables que aún se encuentran en la Amazonía ecuatoriana.
Alejandro Soto y Robinson Jumbo, este último también integrante de la Asociación Afectados por Chevron, visitaron Venezuela esta semana como parte de la campaña internacional denominada "La Mano Sucia de Chevron", que busca contrarrestar la campaña negativa que ha emprendido la transnacional en contra del Ecuador, en respuesta al fallo de la justicia ecuatoriana que la sentenció a pagar una indemnización de 19 mil millones de dólares a más de 30 mil pobladores de la Amazonía.
En febrero pasado, el Tribunal de Arbitraje de la Haya ordenó a Ecuador impedir la ejecución de una sentencia judicial emitida por una corte nacional en contra de Chevron, hecho que fue rechazado por la nación suramericana.
En entrevista con la AVN, Jumbo puntualizó que son más de 200 mil hectáreas y más de 30 mil afectados, especialmente en las provincias de Sucumbíos y Orellana, donde se encuentran innumerables "piscinas petroleras".
En este contexto, los líderes indígenas insisten que aunque es una batalla desigual, "como la de David contra Goliat", es necesario seguir luchando por el derecho a la vida y la soberanía que debe imperar ante el poder económico de las transnacionales.
Hasta la fecha, las muertes por las enfermedades ocasionadas principalmente por la contaminación del agua superan las mil, en un doloroso camino de enfermedades que han afectado a varias generaciones en las últimas tres décadas.
"El tema es defender la vida", expresó con ímpetu Jumbo, al tiempo que felicitó al Gobierno del presidente Rafael Correa al unirse a la lucha que los pueblos de la zona afectada llevan adelante desde hace más de dos décadas, durante las cuales el Estado ecuatoriano nunca les prestó ningún apoyo.
El litigio legal contra Chevron es una controversia entre privados. Sin embargo, el presidente Correa reiteró que aunque el Estado no puede involucrarse en el caso sí puede expresar su opinión y promover campañas en pro de la justicia ambiental y social.
"No es justo que alguien venga, ocasione un daño en un territorio determinado, y luego tengamos que ser sometidos a un arbitraje internacional donde priman los intereses económicos y no la vida”, añadió Jumbo, quien además es presidente de la Nacionalidad (etnia) Cofan de la provincia de Sucumbíos.
Por otra parte, Alejandro Soto, presidente de la Asociación de Afectados por Chevron, recalcó que es necesario que los pueblos y gobiernos del mundo, en especial de Latinoamérica, se unan para defender la soberanía sobre sus recursos naturales y la explotación responsable de los mismos, porque “las futuras generaciones también necesitan vida”.
Ana Navea.AVN
04/10/2013 09:47
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