¿Quién tiene la culpa de que Newt Gingrich engañara a su segunda mujer y que ahora esta quiera contarlo? ¡Los periodistas! Ovación, dos orejas y rabo (con perdón, en este caso) y vuelta al ruedo. El periodista de CNN John King tuvo la ocurrencia de comenzar el debate de anoche de las primarias republicanas con la denuncia de la mujer y Gingrich, que se lo esperaba, salió con una respuesta indignada. Sólo le faltó recurrir a la moral para defender su posición de presunto adúltero. Bueno, de hecho lo hizo. El carácter vicioso y negativo de los medios de comunicación hace aún más difícil gobernar este país, dijo. Sacar ese tema es lo más despreciable que me pueda imaginar, continuó. Y desde luego, todo es un intento de los medios “elitistas” para proteger a Obama.
King no sabía dónde meterse. Si le hubieran dado una pala y un pico, se habría puesto a cavar en pleno plató para refugiarse en una trinchera.
Mitt Romney guardó la compostura y no comenzó a golpearse la cabeza en el atril. Gingrich, al que los últimos sondeos han regalado un ascenso espectacular en Carolina del Sur, cogía la iniciativa desde el primer minuto y se presentaba como víctima de los pérfidos medios. No había terminado el debate y ya había mucha gente que afirmaba que lo había ganado.
¿Era la respuesta de Gingrich un ejemplo de cinismo e hipocresía de manual viniendo de la misma persona que exprimió cada gota de los líos de faldas de Bill Clinton? Desde luego. Pero si en algo es realmente bueno Gingrich es en embestir con la cabeza contra cualquier problema que se ponga por delante, y al diablo con el sentido común y las consecuencias. En una pelea a brazo partido como son estas primarias, eso te da ventaja en algunos momentos, en especial cuando los demás (rivales o periodistas) creen que pueden acorralarte.
Y no hay cosa que le guste más a la base republicana que dar caña a los periodistas. Son la gente que ve Fox News por creer que es la cadena más pluralista (“fair and balanced”). Ahí están todos los puntos de vista desde la derecha hasta la extrema derecha. Todo lo que está fuera de ese abanico es el mal.
Romney se cubrió de gloria cuando le preguntaron por qué no ha hecho público hasta ahora los datos específicos de su declaración de la renta. Vino a decir que no lo hacía porque los demócratas lo utilizarían contra él y su prioridad es derrotar a Obama. Esa respuesta preparada es muy mala. Horrible. La gente pensará: ¿qué es eso tan perjudicial que está ocultando?
Claro, los demócratas sólo tardaron unas horas en lanzar un anuncio en su web para echar dos o tres toneladas de sal sobre la herida.
¿Paraísos fiscales? ¿Islas Caimán? Uf, esos acordes finales del himno norteamericano con percusión caribeña hacen mucho daño.
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Gingrich va con todo contra Romney. Aquí ya no hacen prisioneros.
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