miércoles, 5 de septiembre de 2012

"LAS MENTIRAS DE LA MUD Y SU MAJUNCHE CAPRILES"

12. LA MUD DICE:

"Entre la legislación que debe revisarse está la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos; la Ley Orgánica de Telecomunicaciones; el Código Penal; la Ley de Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios. Debe procederse a la reestructuración del Directorio de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos."(Punto 124) ..." Habrá que revisar también las cinco leyes que soportan jurídicamente el llamado Estado Comunal. Someter a profunda revisión todos aquellos decretos, providencias administrativas y creación de organismos que coliden con el precepto constitucional de una comunicación libre y plural."(Punto 125).
LA VERDAD:

"La derecha viene con el hacha en la mano para acabar con los medios comunitarios (el Estado Comunal), se quieren zafar de la responsabilidad social en radio y televisión, simplemente NO QUIEREN CONTROLES. Postura absolutamente neoliberal, reducir la presencia del Estado al mínimo posible, incluyendo el ESTADO COMUNAL. Dice la periodista Asalia Venegas: el anterior modelo de comunicación "era totalmente vertical, porque los mensajes se construían desde lo más alto de la pirámide y bajaban hasta los receptores que eran vistos como audiencias pasivas y conformistas, por eso se habla que era un modelo de comunicación hegemónico. En contraposición a ello, hoy en día y gracias a la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, el pueblo tiene voz y voto y existen nuevos protagonistas, inéditos en muchos casos, en donde es el mismo colectivo, en masa, que ejerce la comunicación". Ley Resorte prohibe la censura previa. La libertad de expresión no está en discusión en Venezuela. Lo que está en discusión es el libertinaje y la ausencia total de responsabilidad, con la cual los medios de comunicación asumen la producción de mensajes absolutamente desvinculados del interés social y general que están obligados a preservar.
Es mentira que sólo en nuestro país se regule esta materia: "la libertad de expresión y el derecho de información forman una dupla inseparable y han sido objeto de una amplísima regulación internacional. Para sólo enunciar algunas tenemos la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Arts. 13 y 14), el Pacto de los Derechos Civiles y Políticos de la Organización de Naciones Unidas (Arts. 19 y 20), la Declaración de los Derechos Humanos (Arts. 19 y 29), la Convención de los Derechos del Niño (Art.13), la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial (Art. 4), la Convención para la 13
Prevención del Delito de Genocidio (Art. III), la Declaración de los Derechos y Deberes del Hombre (Art. IV), la Carta Africana sobre los Derechos Humanos y de los Pueblos (Art. 9), la Convención Europea para la protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales (Art.. Art. 10)".(Fuente RNV)


13. LA MUD DICE:

"Procederemos a anular los procedimientos administrativos abiertos contra medios y/o profesionales de la comunicación."(Punto 126) ..."Se restituirá a RCTV una concesión para la transmisión de su programación en señal abierta, realizando las gestiones conducentes a la devolución de sus equipos de radiodifusión. Decisiones similares se adoptarían en relación con emisoras de radio írritamente tomadas por el Estado."(Punto 127).
LA VERDAD:

Está claro que la derecha viene por LA REVANCHA. "Vale recordar que las transmisiones de RCTV fueron suspendidas en 1976, por tres días, por difundir "noticias falsas y tendenciosas"; en 1980, por 34 horas, por transmitir narraciones sensacionalistas, cuadros sombríos, y "relatos de hechos poco edificantes"; en 1981, por 24 horas, por la difusión de "una cinta de corte pornográfico" y amonestada en 1984 por ridiculizar "en forma humillante" al entonces presidente Luis Herrera Campins y su esposa." (Libro Blanco sobre RCTV). Por otro lado, el espectro radioeléctrico es propiedad social, de todos los venezolanos, no es propiedad privada. Recordemos además, el papel desestabilizador, terrorista y delincuencial de muchos medios radioeléctricos. En el programa "La Hojilla" se difundió la siguiente información: "Entre 1984 y 1999 se entregaron 70 concesiones de radio en AM y 236 en FM, además de 48 permisos para canales de TV. Conozca de forma breve cómo los presidentes de la Cuarta República manejaron el otorgamiento de concesiones de radio y televisión. La historia comienza con con Televisa (hoy Venevisión), que se convirtió en instrumento de penetración de las grandes transnacionales estadounidenses, que lo usaron para que la naciente clase media aumentara el consumismo. Luego de la década de los años 70, se disparan las importaciones y el otorgamiento de concesiones radioeléctricas.
Este proceso alcanza un clímax en los años ochenta, cuando el espectro es repartido casi en su totalidad a los socios y amigos del estamento adeco-copeyano. Una investigación en 2005 revela que entre 1984 y 1999 se entregaron 70 concesiones de radio en AM y 236 en FM, además de 48 permisos para canales de TV. A finales de los 70, Luis Herrera Campins intentó enfrentar tímidamente el latifundio mediático prohibiendo las cuñas de cigarrillos y alcohol en la radio y TV, lo que le acarreó una brutal campaña de desprestigio e invisibilización.
En 1984, sólo habían 4 emisoras FM. Pero Jaime Lusinchi y su poderosa secretaria privada otorgan permisos a 52 emisoras FM, convirtiéndose en los amos de la nueva frecuencia radial.
También entregan la simbólica concesión del canal 10 (Televen) a una empresa del grupo Camero, un poderoso hacendado dle estado Guárico. En esta operación ayudó decisivamente Carlos Croes, ministro de Información de Lusinchi quien aún hoy es vocero oficial del canal. Siempre se dijo que la frecuencia pertenecía, mediante pactos secretos, a Blanca Ibáñez.
Carlos Andrés Pérez, otro rey mediático, otorgó permisos a 6 televisoras UHF y dos televisoras por suscripción. En 1991, otorgó el contrato de telefonía celular a Telcel, asociado con la empresa estadounidense Bellsouth y al Grupo Cisneros. La franja entregada, por razones de seguridad de Estado, era de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
Rafael Caldera, en su segundo período, no fue un rey sino un rehén complaciente de los medios. En 1998, Caldera entrega la Televisora Nacional (Canal 5), en forma inconsulta, a un grupo elitesco del arzobispado de Caracas, liderado por Ignacio Velasco. Los jerarcas católicos crean una asociación sin fines de lucro (Vale TV) y emprenden, supervisados por el Grupo Cisneros, a Marcel Granier y Peter Boutton, una aventura televisiva de dudosos resultados.
El gobierno de Caldera iba a entregar a las empresas privadas los medios estatales Venezolana de Televisión, Radio Nacional de Venezuela (y de hecho, lo hizo con la mayor parte del Circuito Mundial, que Fogade había expropiado a Orlando Castro). Caldera, o quienes firmaban por él, también autorizaron 36 estaciones de televisión UHF y 21 empresas de televisión por suscripción (cableras).
Posteriormente, se establecieron numerosos grupos de empresarios que se lanzaron a la aventura mediática, como el grupo Globovisión, de Guillermo Zuloaga, 14
Luis Teófilo Núñez y Nelson Mezerhane, primero quebraron al diario El Globo, botaron a todos los periodistas (sin pagar prestaciones sociales) y luego se mudaron a su bunker en La Florida. También el grupo CMT, del constructor Humberto Petrica, y el grupo Meridiano TV, de Armando De Armas, entre otros.
Los grupos privados controlan 94% de la cobertura nacional televisiva y tienen 85% de la potencia efectiva radiada, con más de 150 repetidoras.
Con la privatización del espectro radioléctrico en medio siglo, los concesionarios se han creído dueños, incluso por razones de sangre, de un bien colectivo que pertenece a todos los venezolanos. La cultura del latifundio mediático ha impuesto una forma de pensar que privilegia lo comercial sobre lo cultural, que desvaloriza lo nacional y se arrodilla ante lo foráneo."





 

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